domingo, 30 de diciembre de 2007

+ Compromiso joven x la recuperación de la memoria histórica

El día 22 de diciembre de 2006 celebramos el XII Congreso Ordinario de la Federación Provincial de Juventudes Socialistas de Badajoz, una organización que puede presumir de tener una trayectoria centenaria e impecable en la defensa de los principios y valores que permiten que hoy vivamos en una sociedad democráticamente avanzada. En este Congreso se eligió a una nueva dirección que coordinará la labor de Juventudes en los próximos cuatro años.

En 2006 Juventudes Socialistas de España materializó a través de la Fundación Tomás Meabe una larga serie de actos e iniciativas encaminadas a conmemorar el centenario de la organización político-juvenil y la constitución de las primeras agrupaciones locales en el país (1903-1906, 2003-2006). En Extremadura tampoco nos quedamos de brazos cruzados y, junto a otras actividades, la anterior Comisión Ejecutiva Provincial puso en marcha el proyecto "Juventudes Socialistas en el siglo XX: de compromiso a la libertad. Memoria histórica de la militancia en Extremadura", que tiene como cimientos el exitoso encuentro formativo que tuvo lugar en Alconchel en enero de 2006 y la exposición de carteles históricos que está recorriendo todos los rincones de la provincia. Lo que se pretende con este proyecto es conocer nuestro pasado, para entender nuestro presente y crear nuevas expectativas para el futuro que nos aguarda.

Sin embargo, no queremos quedarnos ahí. Es mucho lo que se ha hecho (y se está haciendo) en pro de la recuperación de la memoria histórica en nuestra región, pero también es mucho lo que queda por hacer en este campo. Somos conscientes de que la historia de Juventudes Socialistas, al igual que la de nuestras organizaciones hermanas -PSOE y UGT-, constituye una pequeña parte de la memoria de otras entidades y de miles de ciudadanos/as protagonistas del tiempo que les tocó vivir. Tras un golpe de Estado fascista-eclesiástico-militar contra el legítimo y democrático régimen republicano (1931-1939), una fatídica Guerra Civil entre españoles (1936-1939) y una represión atroz contra los perdedores de ese conflicto bélico entre hermanos, durante cuatro décadas de dictadura franquista (1939-1975) tuvo lugar una humillación pública y sistemática, un silenciamiento total de los familiares de aquellos que anhelaban la propiedad de un trozo de tierra para trabajarla y que al final la recibieron como mortaja, de aquellos que fueron asesinados por el mero hecho de ser de izquierdas y/o creer en un mundo más justo y pacífico, en una sociedad libre, democrática y solidaria...

¿Pero por qué? ¿Y por qué ahora? Estos son algunos de los interrogantes que más se repiten... Tras un intenso debate político y social, esta misma semana
entró en vigor la Ley de Memoria Histórica de España, cuyo texto hoy no tendría por qué escandalizar a (casi) nadie en la sociedad democrática en que vivimos, puesto que con ella se trata de RECONOCER y ampliar los derechos de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista. Y esto no se hace "para reabrir heridas" -argumento, este, burdo y cínico de quienes son contrarios a la ley-, sino para CICATRIZAR las que existen desde hace décadas y que nadie hasta ahora se ha preocupado por intentar curar... Sí, quizás esta ley podría haberse aprobado años atrás, en el período democrático que disfrutamos desde 1978. Cierto es que no se llegó tan lejos antes por oportunidad política de quien gobernaba (UCD, PSOE, PP); pero también es justo reconocer que en los últimos treinta años se legisló tímidamente en este sentido (1979, 1980, 1982, 1984, 1990). Pese a los antecedentes legales, la comúnmente denominada Ley de Memoria Histórica resulta un texto legal más comprometido, que aborda con valentía un pasado que, lejos de avergonzarnos, debe hacernos reflexionar sobre la condición humana en determinadas situaciones.

La nueva Comisión Ejecutiva Provincial de Juventudes Socialistas de Badajoz, a través de la Secretaría de Memoria Histórica y Documentación (de nueva creación), llevará a cabo acciones en pro de la recuperación de la "otra versión" de los hechos, devolviéndole la voz a aquellos que se se les atormentó durante años y que, en muchos casos, aún siguen con miedo a hablar, con miedo a recordar lo que realmente ocurrió.

Y seremos los "nietos de la Guerra" los que devolveremos la dignidad a nuestros abuelos, sin prisa pero sin pausa, sin odios ni rencores y sin ánimo de revancha, con el único fin de mitigar el sufrimiento que les marcó de por vida y que ahora nos muestran con su mirada triste y perdida en el horizonte cada vez que les pedimos que nos cuenten, que nos narren esa historia que nos parece tan increíble y lejana...

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