jueves, 2 de octubre de 2008

"La generación del sacrificio. Ricardo Zabalza, 1898-1940"

El patio de columnas de la Diputación de Badajoz acogerá mañana jueves, día 2, a las 20,00 horas, la presentación del libro 'La generación del sacrificio. Ricardo Zabalza, 1898-1940', de Emilio Majuelo Gil, profesor de historia en la Universidad Pública de Navarra.

Para la presentación del trabajo se ha invitado a Francisco Espinosa Maestre, historiador natural de Villafranca de los Barros y afincado en Sevilla. Maestre ha realizado varios estudios sobre la Guerra Civil Española especializándose en sucesos de Andalucía y Extremadura. El libro que se presenta mañana ha sido coeditado por la Diputación pacense, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y el Grupo de Estudios sobre la Historia Contemporánea de Extremadura, según informó la Diputación de Badajoz en nota de prensa.

Emilio Majuelo Gil (Tudela, 1953) es autor de decenas de artículos de historia social y de varias monografías, entre las que destacan 'La conflictividad social agraria en la Ribera Tudelana (1931-1933)', 'Del catolicismo agrario al cooperativismo empresarial. Setenta y cinco años de la Federación de Cooperativas navarras 1910-1985', 'Luchas de clases en Navarra 1931-1936' e 'Historia del Sindicato LAB. Langile Abertzaleen Batzordeak (1975-2000)'. Su último libro, 'La generación del sacrificio. Ricardo Zabalza 1898-1940', recoge la vida de un destacadísimo dirigente sindical y político durante la Segunda República y la guerra civil española. Para ello ha buscado información entre papeles, fotografías, recuerdos y testimonios humanos. El autor ha recopilado datos en archivos argentinos, holandeses, franceses, así como en centros de Madrid, Jaca, Valencia o Salamanca. Emilio Majuelo, además, ha tenido una fuente de información en el medio centenar de entrevistas que mantuvo con la familia de Ricardo Zabalza, así como con personas que, a su vez, conocieron a compañeros y amigos del sindicalista fusilado en 1940.

Ricardo Zabalza nació en Erratzu (Navarra) el 29 de enero de 1898. Maestro de escuela, en la década de los años veinte del siglo pasado emigró a Argentina para trabajar como cargador en el puerto de Buenos Aires. También ejercería su profesión. A su regreso a España, en 1930, se afincó primero en Jaca y poco después en Pamplona.

De esta época datan sus primeros pasos en el sindicalismo y cuyo despertar había tenido lugar en tierras argentinas. Secretario Provincial de la Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra de Navarra, conseguiría en enero de 1934 una vocalía en la Comisión Ejecutiva de la UGT antes de ser nombrado secretario general de la misma FNTT. Sensible a las continuas penurias por las que pasaba el campesinado extremeño desde tiempos inmemoriales, recorrería toda nuestra región con el ánimo de convencer a sus protagonistas de la oportunidad de declarar una huelga general campesina cuyo comienzo tendría lugar a primeros de junio de 1934. Activista y propagandista incansable, su firme actitud de declarar dicha huelga chocaría con la del máximo mandatario en ese momento del Partido Socialista, Francisco Largo Caballero, el cual creía más necesario reservar todas las fuerzas para la revolución que se estaba organizando y que estallaría en los primeros días de octubre de 1934.

Encarcelado tras la insurrección asturiana, Zabalza permaneció en prisión hasta finales de 1935. Como miembro destacado del ala más izquierdista del socialismo, sería incluido en el Comité Ejecutivo de la Agrupación Socialista Madrileña junto con Caballero y Álvarez del Vayo. Tras su liberación, no hizo otra cosa que intentar reorganizar el movimiento campesino. La reapertura de las Casas del Pueblo y levantar los ánimos de los jornaleros serían, entre otros, sus objetivos prioritarios. En un acto celebrado en Mérida daría el pistoletazo de salida para una nueva gira de propaganda por Extremadura.

Sus mítines, bajo la atenta mirada de los guardias de asalto, los daría en simples corrales. Aún así, su celo y eficaz labor se verían recompensados con lo que no había conseguido en las legislativas de 1933 en Navarra: un acta de diputado por Badajoz con 168.270 votos. En el Congreso se destaparía como uno de los diputados más activos. Su trabajo en la Comisión de Agricultura y sus continuas intervenciones le valdrían para afianzar aún más su ya reconocida fama de defensor de jornaleros y campesinos.

La sublevación militar del 18 de julio de 1936 le sorprendió en Madrid donde participó en la toma del Cuartel de la Montaña. Después se trasladó a la provincia de Badajoz donde organizaría el batallón "Pedro Rubio". Al mando de este batallón deambula por todo el frente extremeño. Como dice Romero Solano en la breve semblanza que le dedica, El Valle de la Serena y las márgenes del Guadiana saben de la entereza de los milicianos que estuvieron a su mando. Abandonó el frente para ser nombrado gobernador civil de Valencia, cargo que ocupó hasta mayo de 1937.

A partir de entonces dedicaría todos sus esfuerzos al fomento del cooperativismo agrícola impulsando el Congreso de Cooperativas Agrícolas que se celebró en Valencia y en el que se constituyó la Unión Central de Cooperativas Agrícolas (UCCA). Su pretensión era confeccionar un proyecto cooperativista a escala nacional. Trabajó en la organización de cooperativas allá donde se daban las condiciones de producción y terreno propicios, además de viajar a congresos internacionales para la puesta en común de las últimas novedades. Todo ello en un plano de guerra y continuas pérdidas por parte de la República.

Los últimos coletazos de la guerra le llevaron a Alicante. En su puerto organizaría el embarque hacia el exilio de muchas mujeres e hijos de compañeros. Él, sin embargo, quedó atrás intentando recibir a los que todavía no habían llegado. Allí le sorprendería el ejército fascista italiano. Después de pasar por el campo de Albatera y estar internado en la cárcel de Porlier, fue fusilado el 24 de octubre de 1940.

No hay comentarios: